En la intersección de las reconocidas avenidas 9 de Julio y Corrientes, en la Plaza de la República, se alza majestuoso el emblemático Obelisco, el máximo símbolo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este imponente monumento, que representa la identidad de la capital argentina, celebra sus 87 años de historia como epicentro de diversas expresiones sociales, deportivas, artísticas y culturales.
Fue el arquitecto argentino Alberto Prebisch quien se encargó de la construcción del Obelisco como parte de las festividades del cuarto centenario de la fundación de la Ciudad. La obra había comenzado el 20 de marzo de 1936 y tan solo 60 días después ya se estaba inaugurando el 23 de mayo del mismo año.
La construcción del Obelisco se realizó rápidamente aun con sus 70 toneladas de peso. Aunque en 1939 se votó a favor de su demolición, el entonces intendente vetó la ordenanza y de esta manera lo salvó de su desaparición. Con una altura de 67,5 metros se puede observar desde varios puntos de la Ciudad. Para su ingreso, solo cuenta con una única puerta que está ubicada en el lado oeste.
En su máxima altura tiene cuatro ventanas con persianas metálicas, que solo se pueden alcanzar con una escalera marinera compuesta por 206 escalones y 7 descansos cada 8 metros, con uno adicional a los 6 metros. Su punta, de forma roma, tiene una medida de 40 centímetros.
Experiencias únicas en el Obelisco
En conmemoración de su octogésimo aniversario, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llevó a cabo una iniciativa que brindó la oportunidad a 80 vecinos de vivir la experiencia de ascender hasta la cima del Obelisco.
También, en el año 2021 se realizó una puesta en valor y restauración de la fachada y una vez concluida la obra se realzó más aún su figura por las luces colocadas en su exterior.
Hace unos días, como parte de las festividades en honor al Día Mundial del Reciclaje, celebrado el 17 de mayo, el Obelisco también fue objeto de una intervención artística. Más de 30.000 bolsas plásticas de un solo uso, de distintos colores, cubrieron la base de este emblemático monumento de la Ciudad, con el objetivo de concienciar sobre la importancia del reciclaje y la reducción del consumo de plástico.
Con sus 87 años de historia, el obelisco sigue siendo un símbolo incuestionable de la ciudad y un punto de encuentro para diversas expresiones y actividades. Su imponente presencia en la Plaza de la República continúa cautivando tanto a los residentes como a los visitantes, recordándonos la rica historia y la diversidad cultural que caracterizan a la capital argentina.
